Fue una sorpresa encontrarme con este blog "http://todosestanconmigo.blogspot.com. Todo lo comentaban, todos hablaban de èl. Muchos lo criticaban y otros tantos lo desechaban, pues el nombre que lo diferencia del resto, da la idea de pertenecerle a una persona amada por todos y querida por muchos. Admiro a la persona que se lanzò a declararlo, a ese quien bajò de su zona de seguridad y se expuso a criticas y loas. Estoy hablando nada màs y nada menos que del Presidente de mi paìs, el Dr. Alan Garcìa Pèrez.
Su blog fue creado con este propòsito:
"Compatriotas, se acerca el 28 de julio, día de la patria, día en el que recordamos cuando San Martín imaginó por primera vez esa bandera que llevamos en el corazón, que conmemoramos su mensaje independista, cuando recordamos a Túpac Amaru II, a Bolívar, a los grandes mártires y próceres de nuestra nación...
Compatriotas, yo los invito a dejar sus comentarios, porque la internet también es de los peruanos que trabajan y luchan a diario y no se dejan llevar por el odio ni el rencor. Los invito también a que colaboren conmigo con ideas para el próximo mensaje a la nación. Todos y todas están invitados, sin importar el color de la bandera política ni la ideología.
Compatriotas, yo los invito a dejar sus comentarios, porque la internet también es de los peruanos que trabajan y luchan a diario y no se dejan llevar por el odio ni el rencor. Los invito también a que colaboren conmigo con ideas para el próximo mensaje a la nación. Todos y todas están invitados, sin importar el color de la bandera política ni la ideología.
Afectuosamente,
Alan García Pérez"
Muchos mensajes siguieron a esta invitaciòn: textos obcenos, llenos de diatribas e insultos y muy pocos de ànimo y aliento. Aùn asì, èl los conserva todos, mostrando su capacidad de tolerancia y entendimiento. No soy nadie para juzgar a mis cpompatriotas, sin embargo, sentì en mi corazòn que este 28 de julio serìa una gran oportunidad para que la maxima autoridad de nuestra naciòn incluya en su mensaje el agradecimiento a nuestro DIOS por todas las bendiciones concedidas y por las que vendràn. Por eso, le escribi este mensaje que, estoy convencida, llegarà al corazòn de mi presidente.
Los invito a leer estas lineas escritas de la mano de mi amigo, mi consolador, mi guia y mi maestro: El Espiritu Santo.
Gracias amigo, a ti mi agradecimiento y mi amor eterno.
Callao, viernes 17 de julio de 2009
Señor Presidente:
Existe una persona muy importante que está a su alrededor. No es un asesor contratado, tampoco es un guardaespaldas porque no usa chalecos antibalas ni está luchando por resguardarlo de quienes pretenden dañarlo, no tiene horario y pese a eso, nunca se queja. El no recibe sueldo, trabaja ad honorem, no está pidiendo gratificaciòn de julio y mucho menos piensa en una pensión cuando se jubile, porque nunca lo hará.
Es una persona extraña.
Muy pocos lo conocen y por eso lo critican.
No le importa el qué dirán y mucho menos lo que piensen quienes no le conocen, quizás por eso mismo lo desprecian porque son muy pocos los se deciden en dedicarle su tiempo para establecer una relación intima y conocer su corazón. Hay mucho de pasión en él: cuando encuentra a alguien valioso se entrega con todo a formarlo y moldearlo hasta llegar a convertirlo en una piedra preciosa para sus propósitos.
Es un conquistador, un conquistador de almas que nunca se rinde. Siempre está allí, junto a usted, desde que se levanta en las mañanas hasta el último minuto de su agitado día. Lo acompaña en su diario caminar, en sus momentos de presión y en sus momentos de descanso; en los momentos de tomar decisiones importantes -cuando está rodeado de ministros y consejeros- y en aquellos donde disfruta, en total privacidad, el saborear un delicioso turrón hecho en casa, en un café de la gran Lima.
Lo que nadie nunca podrá refutar es que se trata de un gran caballero, que respeta la opinión de los demás y no entra donde no lo invitan. Pero cuando le abren la puerta, el ingresa con todo y nunca se da por vencido. Se trata de un ganador, de un campeón, de un conquistador dispuesto a hacer lo que sea si alguien se lo pide y cree en él. La fama no lo desvía de sus caminos, él lo sabe todo, lo conoce todo y nada lo toma por sorpresa. Se trata del mejor aliado que un dignatario puede tener. Una persona fiel que nunca traicionará pues nada le importa más que el éxito de sus elegidos. Su fama y prestigio se mide por los éxitos de sus súbditos.
¿Sus nombres? Creador del Universo, Santo de Israel, Jehová de los Ejércitos, Dios de Imposibles, el Gran Yo Soy.
¿Qué busca? Corazones adoradores y agradecidos; vidas rendidas a sus pies y hombres y mujeres decididos a conquistar nuevas tierras.
Y, aunque nuestros ojos no lo puedan ver, sabemos que está aquí, en esta tierra santa que nos vio nacer y en medio de muchos peruanos que decidimos dejarlo todo (nuestras prioridades) por hacer su voluntad. A él, queremos agradecer su fidelidad con nuestra tierra, a él le queremos decir un GRACIAS DIOS por tus bendiciones de cada día y por las que vendrán. A él anhelamos darle las eternas gracias a través de su mensaje presidencial.
Con afecto
Liliana Valdivieso Paredes
Es una persona extraña.
Muy pocos lo conocen y por eso lo critican.
No le importa el qué dirán y mucho menos lo que piensen quienes no le conocen, quizás por eso mismo lo desprecian porque son muy pocos los se deciden en dedicarle su tiempo para establecer una relación intima y conocer su corazón. Hay mucho de pasión en él: cuando encuentra a alguien valioso se entrega con todo a formarlo y moldearlo hasta llegar a convertirlo en una piedra preciosa para sus propósitos.
Es un conquistador, un conquistador de almas que nunca se rinde. Siempre está allí, junto a usted, desde que se levanta en las mañanas hasta el último minuto de su agitado día. Lo acompaña en su diario caminar, en sus momentos de presión y en sus momentos de descanso; en los momentos de tomar decisiones importantes -cuando está rodeado de ministros y consejeros- y en aquellos donde disfruta, en total privacidad, el saborear un delicioso turrón hecho en casa, en un café de la gran Lima.
Lo que nadie nunca podrá refutar es que se trata de un gran caballero, que respeta la opinión de los demás y no entra donde no lo invitan. Pero cuando le abren la puerta, el ingresa con todo y nunca se da por vencido. Se trata de un ganador, de un campeón, de un conquistador dispuesto a hacer lo que sea si alguien se lo pide y cree en él. La fama no lo desvía de sus caminos, él lo sabe todo, lo conoce todo y nada lo toma por sorpresa. Se trata del mejor aliado que un dignatario puede tener. Una persona fiel que nunca traicionará pues nada le importa más que el éxito de sus elegidos. Su fama y prestigio se mide por los éxitos de sus súbditos.
¿Sus nombres? Creador del Universo, Santo de Israel, Jehová de los Ejércitos, Dios de Imposibles, el Gran Yo Soy.
¿Qué busca? Corazones adoradores y agradecidos; vidas rendidas a sus pies y hombres y mujeres decididos a conquistar nuevas tierras.
Y, aunque nuestros ojos no lo puedan ver, sabemos que está aquí, en esta tierra santa que nos vio nacer y en medio de muchos peruanos que decidimos dejarlo todo (nuestras prioridades) por hacer su voluntad. A él, queremos agradecer su fidelidad con nuestra tierra, a él le queremos decir un GRACIAS DIOS por tus bendiciones de cada día y por las que vendrán. A él anhelamos darle las eternas gracias a través de su mensaje presidencial.
Con afecto
Liliana Valdivieso Paredes
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